#ReportajeEducación

Por, Natalia Pedraza.

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Ansiedad y depresión, los retos frente a la  Covid-19

 

Durante la pandemia por la Covid-19, la ansiedad y depresión en los estudiantes ha aumentado, llegando a evidenciar un crecimiento de 43% de las solicitudes de emergencia asociadas a estas enfermedades en Bogotá, Antioquia, Cundinamarca y Atlántico.

 

En marzo de 2020 se cerraron los colegios públicos y privados e instituciones de educación superior en el país, desde entonces ha sido notoria la importancia de la salud mental en los colombianos. El cambio de vida al continuar los procesos académicos de manera virtual, las medidas de aislamiento y la incertidumbre por la situación abrumadora del virus ocasionó que gran número de estudiantes solicitaran  ayuda en trastornos de ansiedad y depresión. 

 

La emergencia sanitaria desató el miedo en la población, un mayor aumento en los niveles de estrés, aburrimiento, soledad, uso de servicio médico, aislamiento social, entre otras reacciones propias a la situación por la que atraviesa el mundo.

 

La salud mental para el desarrollo humano es fundamental en la etapa de los niños y jóvenes. En Colombia, de acuerdo con las cifras dadas a conocer  por el Ministerio de Salud y estudios realizados por el Estudio Nacional de Salud Mental, el 40,1% de la población entre 18 y 65 años de edad ha sufrido alguna vez de trastornos mentales. Además, 12 de cada 100 adolescentes tiene algún problema que requiere ayuda profesional. 

 

Y según la OMS, la inversión para contar con un sistema óptimo que responda a las necesidades mentales de las personas es poca. La normatividad en Colombia en cuanto a la salud mental, indica que a partir de un gran número de tutelas que reclamaban una atención integral lograron establecer parámetros justos que dieran solución a las situaciones psicológicas de las personas, y desde 1998 el país cuenta con leyes que cada vez se han logrado ajustar más. 

 

Pero lo de la pandemia no es un tema aislado, los estudios revelan que la depresión ha venido aumentando en los últimos años, de 2005 a 2015, de acuerdo con la OMS, creció  un 18,5% y ya se estipulaba que  2020 sería una de las enfermedades más frecuentes, por encima del cáncer y problemas cardiovasculares. 

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La depresión y la ansiedad pueden llegar a ocasionar estigmatización de los pacientes, lo que a su vez deviene en  consecuencias psicológicas. Estas conductas afectan negativamente a la población en general, pero suele aparecer con mayor énfasis en las personas más vulnerables por lo que se desencadena en un mayor número en los adolescentes sintiéndose nerviosos, inquietos, cansados sin motivo alguno, y desesperanzados. ¿Qué más conductas se desarrollan en los estudiantes y por qué?, se revela que debido a la pandemia o al aislamiento se generan inseguridades y preocupaciones de pensar que algún familiar se contagie e incluso llegan a sentirse de este modo debido a las problemática en el interior del hogar. 

 

De manera común se detectó que el 49% de las personas entre los 18 y 29 años de edad sienten preocupación al no tener empleo, mientras que un 8% se sienten amenazados por vivir experiencias de violencia con sus familiares o con quienes viven.

 

Las cifras durante pandemia 

 

La nueva realidad demostró que la salud mental es un tema importante dentro de la agenda pública ya que la pandemia desató una serie de actitudes que llevaron a que más de 1.400 personas se lograron comunicar con las diferentes líneas que el Gobierno dispuso como ayuda durante la emergencia sanitaria, de este modo se ha dado paso a que los jóvenes de manera virtual protejan su integridad. 

 

Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles, afirmó el año pasado que junto con el Ministerio de Educación Nacional, el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República y la Fundación Saldarriaga Concha se realizó el proyecto Emociones: conexión Vital, con el que se ha desarrollado una técnica de apoyo en el que  sus operadores conocen  diferentes aspectos del sistema de salud. 

 

Prevención durante la pandemia

 

Según la Organización Mundial de la Salud, para mitigar los daños efectuados por la pandemia es necesario ejecutar una rutina que sea  fija o en la que se implementen nuevas actividades, al igual que recomienda seguir canales comunicativos confiables, en los que  la información sea expuesta de manera eficaz y no se bombardee con noticias falsas, de esta manera se evitará la tensión por la realidad.

 

En los jóvenes es importante seguir en contacto social, ya sea por internet u otras vías que les permitan acceder a la comunicación y lograr expresarse en medio de las restricciones tomadas por los Gobiernos.

 

La depresión y ansiedad son trastornos que han venido aumentando la tasa de riesgo en la población joven y es evidente el cambio que han tenido los estudiantes al atravesar episodios tan fuertes como lo son los distintos escenarios que han puesto nuevos retos a la sociedad colombiana en medio de la crisis sanitaria. 

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